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Este blog pretende ser una ayuda para el estudio de la asignatura de Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente de los alumnos de 2º de Bachillerato.

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lunes, 25 de enero de 2010

Almacén nuclear, no cementerio

El uranio que albergará podrá reutilizarse en nuevas centrales. Las piscinas de las plantas donde se guardan los residuos radiactivos se saturarán a partir de 2013.

FUENTE | La Razón digit@l 25/01/2010

La polémica generada por el emplazamiento del futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radiactivos de alta actividad ha generado una serie de informaciones que, a juicio de los expertos, pueden llevar al error. Para empezar, «almacén no significa cementerio», explica Eugeni Vives, portavoz de la Sociedad Nuclear Española.

«El combustible irradiado, que no gastado, puede reciclarse y utilizarse en reactores de tercera generación de agua presurizada», asegura el ingeniero industrial. Los ocho reactores del parque nuclear español son de primera y segunda generación -dos de ellos, Zorita y Garoña, ya han alcanzado su «edad de jubilación», aunque a ésta última se le concedió en julio una prórroga de 4 años, hasta 2013- y no se proyecta construir más. De momento. EE.UU., Francia o Finlandia sí levantan centrales de nueva generación y desarrollan procesos para aprovechar hasta otro 15 por ciento de la energía del uranio almacenado.

Nuevas técnicas permitirán incluso exprimir el combustible hasta casi su totalidad en plantas de cuarta generación, cuya tecnología está siendo desarrollada por el Fórum Internacional de Cuarta Generación, del que forman parte nueve países y en el que España está representada, de forma indirecta, por la Comunidad Europea de Energía Atómica (Euratom).

Fuentes del Foro de la Industria Nuclear aseguran que el combustible usado «no debe ser considerado como un pasivo, sino como un activo de alto valor, ya que conserva mucha energía aprovechable». «Sería absurdo tratarlo como un simple residuo cuando es un recurso energético renovable», destacan. «En 10 o 15 años, se abaratará el reprocesamiento», algo que se acelerará cuando resulte más barato que la extracción. La Agencia Internacional de Energía Atómica calcula que las reservas de uranio abastecerán el parque mundial -436 reactores en funcionamiento en 31 países, 48 en construcción y unos 200 más en proyecto- hasta finales de siglo, teniendo en cuenta su ritmo de crecimiento actual.

PATATA CALIENTE

El ATC vendrá a resolver un problema que los diferentes gobiernos han ido postergando pese a estar calculado con precisión matemática desde finales de los 80, cuando se pusieron en marcha las últimas plantas nucleares españolas. En la actualidad, los residuos de alta actividad se conservan en piscinas de agua pesada dentro de las propias centrales, que llegarán a su punto de saturación entre 2013 y 2020.

Algunas plantas, como la de Trillo, ya han llenado sus tanques, por lo que tienen su propio «mini ATC» o almacén en seco dentro de sus instalaciones. Distinto es el caso del reactor I de la central de Vandellós, que sufrió un incendio en 1989 que obligó a su cierre y a enviar los residuos a Francia. El acuerdo firmado con el país galo implica la devolución en 2011. En caso contrario, el Estado afrontará una cuota diaria de unos 60.000 euros, ejemplo de lo cara que resulta la gestión del uranio usado.

El VI Plan General de Residuos Radiactivos -que implica la construcción del ATC por 600 millones de euros y el desmantelamiento de las centrales que se vayan cerrando- calcula una inversión entre 1985 y 2070 de 13.000 millones. En 2007 ya se había consumado un cuarto del gasto y elevado la estimación a 15.000 millones. La producción española de residuos de alta radiactividad, los que irán al ATC, es de 160 toneladas al año. Cada recarga supone 25 toneladas, que duran entre 3 y 4 años. El ATC albergará las 6.700 que se estima habrán producido las centrales al final de su vida operativa estimada (40 años), que no coincide con la real, ya que se suelen conceder prórrogas.

ALEMANIA NO CERRARÁ PLANTAS

Alemania dio un giro a su política de desmantelamiento al aplazar la coalición de Gobierno de Angela Merkel el «apagón» nuclear diseñado por el anterior Gobierno de Schroeder y replantear el calendario de cierre de las 17 centrales atómicas del país, incluidas dos cuya desactivación se daba por inminente. Los semanarios «Der Spiegel» y «Focus» aseguran que el Gobierno alemán y los consorcios energéticos pactaron, en una reunión en la Cancillería, mantener en funcionamiento todas las centrales hasta que se elabore un «nuevo plan energético», lo que se hará en octubre. Otros países europeos, como Suiza, han dado ya prórrogas indefinidas a sus plantas eléctricas nucleares en hipotética edad de «jubilación».

Autor: Miguel Carbonell

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