Bienvenid@s al curso 2018-2019

Este blog pretende ser una ayuda para el estudio de la asignatura de Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente de los alumnos de 2º de Bachillerato.

A lo largo del curso irán apareciendo entradas con comentarios sobre las unidades didácticas, noticias relacionadas con el medio ambiente, ejercicios de selectividad, recordatorio de fechas de exámenes, presentaciones o animaciones de distintas partes del libro, etc.

Y recuerda que: "Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, solo será cuestión de recoger sus frutos". (Thomas Carlyle)

domingo, 21 de marzo de 2010

El mapa de terremotos de España no es fiable


España esconde decenas de fallas activas, capaces de provocar terremotos destructores, pero los organismos públicos responsables de prevenir sus efectos no tienen ni idea de dónde están. El Instituto Geográfico Nacional (IGN), encargado de elaborar el mapa de peligrosidad sísmica, dispone de datos obtenidos con sismógrafos en los últimos 100 años, en el mejor de los casos.

FUENTE Público 18/03/2010

También emplea el testimonio subjetivo de los historiadores en los últimos siglos, pero este registro es muy incompleto debido a la destrucción de bibliotecas en la época de la Reconquista. Si una falla estalla de manera más o menos regular cada 1.000 años, queda fuera del conocimiento actual.

Las fallas, según un ejemplo utilizado por los geólogos, son como una parada de autobús. Y el bus es el terremoto. Si los sismógrafos no han visto nunca el autobús, no pueden saber cada cuánto pasa. Para averiguarlo, es necesario agujerear la tierra para desvelar cuándo hubo terremotos en la prehistoria y en la historia antigua.

DOS MANCHAS ROJAS

La escasez de datos hace que en el mapa español de peligrosidad sísmica sólo aparezcan dos manchas rojas: alrededor de Torrevieja (Alicante), donde un terremoto de magnitud 6,6 tumbó la ciudad en 1829 y mató a unas 400 personas, y en torno a Arenas del Rey (Granada), donde un seísmo de magnitud 6,5 acabó con la vida de 800 ciudadanos y destruyó 4.400 edificios en 1884, según datos del IGN.

Las dos Castillas, Aragón, Madrid y la cornisa cantábrica aparecen fuera de peligro. "Si en época romana hubo un gran terremoto y su periodo de recurrencia es de 2.000 años, podría volver mañana y no lo sabemos", advierte el investigador Miguel Ángel Rodríguez Pascua, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).

El conjunto de la Península no está libre de grandes terremotos. El 16 de diciembre de 1811, en una región de EE.UU. teóricamente libre de seísmos, a miles de kilómetros de la temblorosa falla de San Andrés, comenzó una serie de violentos terremotos. Durante dos meses, cuatro sacudidas con una magnitud de hasta 8,1 zarandearon el noreste de Arkansas y la ciudad de Nuevo Madrid, en Missouri. El temblor causó estragos en un área de 600.000 kilómetros cuadrados, aproximadamente la superficie de España.

"En la Península Ibérica puede haber sorpresas, como ocurrió en Nuevo Madrid", sostiene Rodríguez Pascua. La situación es similar. El epicentro de los terremotos de EE.UU. se situó en el interior de la Placa Norteamericana, lejos de su punto de fricción con la Placa del Pacífico, origen del gran terremoto de San Francisco en 1906. En España, hay fallas activas alejadas de la costa meridional, donde chocan la Placa Euroasiática y la Africana, pero, si no han temblado en la historia reciente, se desconoce su existencia.

Rodríguez Pascua, junto a otros 50 geólogos de una decena de universidades, ha comenzado a estudiar las entrañas de la tierra para elaborar una base de datos de fallas activas. Su intención es disponer de una versión preliminar de este mapa de terremotos prehistóricos a finales de 2010. Ya han encontrado fallas desconocidas en la cordillera Bética, en las costero catalanas (cerca de Olot) y en zonas más tranquilas históricamente, como el límite de Murcia y Albacete. El 27 de octubre se reunirán todos, por primera vez, en Sigüenza (Guadalajara), para coordinar sus trabajos.

TRABAJOS EN SECRETO

Los investigadores están cavando zanjas en puntos de España cuya apariencia sugiere que hubo terremotos en el pasado. El estudio de los sedimentos y del escalón creado por el temblor, la llamada paleosismología, les permite saber cuándo ocurrió el terremoto y qué magnitud tuvo, aunque sucediera hace decenas de miles de años. El Servicio Geológico de Estados Unidos comenzó estos trabajos en la década de 1970 y sus mapas de peligrosidad sísmica ya incluyen los datos de las fallas que tiemblan tras miles de años en silencio. España está empezando ahora.

Como es habitual en la ciencia española, no hay dinero. Los geólogos que trabajan en este campo se lamentan de que el Ministerio de Ciencia e Innovación apenas financia proyectos de paleosismología. El departamento de Cristina Garmendia, además, ha recortado un 30% el presupuesto del IGME para 2010. "Lo más sangrante es que estos estudios no requieren grandes medios. Una investigación de 10 años podría costar lo mismo que un kilómetro de autovía", denuncia Rodríguez Pascua. "Hasta que no haya un susto, no se hará nada", opina.

"Falta financiación", coincide el profesor de Geodinámica José Jesús Martínez Díaz, de la Universidad Complutense de Madrid. Este geólogo, cansado de pedir financiación para estudiar las fallas activas en Murcia, tuvo que emigrar a Centroamérica para proseguir su investigación. Hasta hace muy poco, cuenta, el único organismo que apoyaba estos trabajos en España era la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, que empezó hace dos décadas, casi en secreto, a horadar la tierra tras plantearse la construcción de un cementerio nuclear subterráneo, con el fin de descartar terremotos.

DERROCHE DE DINERO

Martínez Díaz cree que la imprecisión del mapa de peligrosidad sísmica español "sale cara". Estos mapas sirven para elaborar la normativa de construcción sismorresistente, que obliga a los constructores a levantar los edificios con materiales resistentes a terremotos. Pero el mapa actual es tan conservador que las manchas rojas que indican alto riesgo son redondeadas. Si se estudiara la falla, serían lineales. "Se gasta mucho dinero en hormigón sismorresistente en zonas en las que no hace falta", explica Martínez-Díaz. Y en las fallas activas desconocidas, los edificios se erigen sin protección.

El director de la Red Sísmica Nacional en el IGN, Emilio Carreño, reconoce que su mapa está incompleto. "Es importantísimo que haya más dinero para estudiar fallas activas y paleosismología", plantea. El mapa de peligrosidad sísmica español no coincide con el francés, donde sí se han hecho estudios de este tipo. O las placas tectónicas conocen las fronteras políticas o el mapa español está mal hecho. "A medida que se vayan descubriendo fallas, las iremos incluyendo", promete.

Autor: Manuel Ansede

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Nuevos datos sobre la concentración de ácido sulfúrico en la atmósfera


Una investigación pionera a cargo de científicos europeos y estadounidenses ha puesto de relieve que la elevada velocidad de la reacción entre el ácido sulfúrico y el agua es el motivo de la alta concentración de ácido sulfúrico en la atmósfera.

FUENTE CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario 18/03/2010

Los descubrimientos del estudio forman parte del proyecto EUCARRI («Proyecto integrado europeo sobre interacciones entre la calidad del aire y la climatología de las nubes de aerosoles»), financiado con 10 millones de euros por medio del área temática «Desarrollo sostenible, cambio global y ecosistemas» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Science.

Los científicos encargados del estudio, procedentes de la República Checa, Finlandia, Alemania, Suecia y Estados Unidos, afirman que sus descubrimientos podrían influir en los modelos climáticos globales y aportan a la comunidad científica los medios necesarios para disipar cualquier duda sobre el impacto de los aerosoles en sus predicciones.

Para lograr estos descubrimientos se ha seguido un largo proceso en el que la comunidad científica ha intentado una y otra vez ajustar las concentraciones atmosféricas de ácido sulfúrico en función de los resultados obtenidos en pruebas de laboratorio sobre la velocidad de formación de partículas.

Mikko Sipilä, del Departamento de Física de la Universidad de Helsinki (Finlandia), indicó que los métodos desarrollados por él y sus colegas permiten detectar partículas poco más grandes que un nanómetro. Los esfuerzos anteriores habían fracasado debido a que los detectores de partículas utilizados no eran suficientemente precisos y sólo detectaban partículas de tres nanómetros o más.

Según el Sr. Sipilä, las partículas de ácido sulfúrico formadas por gas H2SO4 aumentan con gran lentitud cuando su concentración es menor a 108 moléculas por centímetro cúbico. «Debido a esto y a los tiempos de residencia empleados en estudios anteriores, normalmente unos diez segundos, las partículas no alcanzaban los límites de detección de los contadores de partículas utilizados», según una declaración del investigador finlandés.

Gracias a sus métodos de detección nuevos y mejorados, los investigadores lograron demostrar que la diferencia de unos órdenes de magnitud entre los factores de crecimiento teóricos y observados es prácticamente inexistente. También descubrieron que, a pesar de que el factor de crecimiento descubierto no concuerda exactamente con las predicciones teóricas, «sí que se acerca bastante».

Según se indica en la teoría de la nucleación, las partículas como las del ácido sulfúrico se estabilizan cuando existe condensación. Básicamente, la nucleación es una reacción física que se produce cuando los componentes de una solución comienzan a precipitarse y forman núcleos que atraen más precipitados.

La reproducción de los resultados del estudio podría ser trascendental para la ciencia de la climatología, según los investigadores. El Sr. Sipilä indicó que los efectos indirectos de los aerosoles no están representados de forma fidedigna en los modelos climáticos. «En los modelos empleados para el informe [del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático], la nucleación se pasa completamente por alto o está basada en algún tipo de observación ambiental», afirmó. «Si se desconocen los pasos moleculares concretos se crea una gran incertidumbre en dichos modelos. Por esta razón es muy importante comprenderlos, ya que aumentaría la precisión de las predicciones climáticas a nivel mundial.»

Al estudio contribuyeron también investigadores del Leibniz-Institut für Troposphärenforschung e.V. (Alemania), el Instituto de Fundamentos de los Procesos Químicos de la Academia de las Ciencias de la República Checa, el Instituto de Física de Helsinki y el Instituto Finlandés de Meteorología (Finlandia), la Universidad de Estocolmo (Suecia) y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de los Estados Unidos.

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miércoles, 17 de marzo de 2010

Predecir el terremoto no, prevenirlo sí


Los recientes terremotos ocurridos en Haití (12 de enero, magnitud 7,0) y Chile (27 de febrero, magnitud 8,8) y sus trágicos efectos han dado lugar a las lógicas preguntas: ¿cómo se originan? ¿Es posible predecirlos? ¿Se puede hacer algo para evitarlos?

FUENTE El País Digital 17/03/2010

En este caso, además, la proximidad temporal de estos dos terremotos ha suscitado un nuevo interrogante: ¿tienen algo que ver entre sí ambos sucesos? Para responder a estas cuestiones, vamos a situarnos en el marco de la dinámica global de nuestro planeta, en lo que se entiende como tectónica de placas.

La litosfera terrestre, es decir, la parte rígida y fría que abarca la corteza y la zona más superficial del manto, está fragmentada en grandes placas que se mueven horizontalmente, con independencia entre ellas y con velocidades de pocos centímetros al año. El arrastre de estas placas es producido por la parte superior del manto (astenosfera) sobre la que flotan que, a su vez, se mueve por las corrientes convectivas del manto.

Las interacciones de unas placas con otras han originado a lo largo de millones de años los grandes rasgos geológicos (montañas, trincheras y dorsales oceánicas, fallas y pliegues) y son actualmente la causa de los volcanes y los terremotos. Estos últimos se originan cuando la tensión producida en el encuentro de las placas y acumulada con el paso de los años supera la resistencia de las rocas en una zona de fragilidad (falla) y se libera súbitamente. Cerca del 95% de la energía sísmica se produce en los bordes de placas, y un 5% en su interior. Este último es el caso de los terremotos que ocurren en el interior de China y que están originados por el empuje de la placa de la India sobre la placa asiática. El mismo fenómeno ha generado la cordillera del Himalaya.

La mayor parte de la energía sísmica que se origina en los bordes de las placas se debe a un proceso de subducción por el cual una placa se desliza por debajo de otra. La subducción más frecuente tiene lugar cuando una placa oceánica choca con una continental. Esto es lo que sucede en el océano Pacífico, frente a la costa de Chile, donde la placa de Nazca (oceánica) se introduce por debajo de la placa suramericana (continental) con una velocidad próxima a 67 milímetros / año, produciendo terremotos gigantescos como el ocurrido ahora o como el del 22 de mayo de 1960 que, con su magnitud de 9,5, constituye el mayor fenómeno sísmico registrado instrumentalmente. La formación de los Andes y el volcanismo del área suramericana son también resultados de este choque de placas.

Por su parte, en el terremoto de Haití las placas que actuaron fueron la del Caribe y la de Norteamérica. El encuentro de ambas no fue de subducción sino de desplazamiento horizontal relativo con una velocidad aproximada de 20 milímetros/año. La rotura se produjo a lo largo del sistema de fallas Enriquillo-Plantain Garden, a una profundidad de 13 kilómetros, notablemente más pequeña que en Chile donde el hipocentro se localizó a 35 kilómetros.

Se trata, por tanto, de dos terremotos originados no sólo muy lejos uno del otro sino en marcos tectónicos muy diferentes, lo que permite afirmar que no guardan relación entre sí. Su coincidencia en el tiempo ha sido producto de la casualidad. Como también lo han sido otros dos terremotos de magnitud 7,0 que han ocurrido en el mismo periodo (18 y 26 de febrero) al sur de Japón y en la frontera de Rusia y Corea y han pasado desapercibidos para los medios de comunicación, y el más reciente de Turquía (8 de marzo) que, a pesar de su moderada magnitud (5,9), ha causado más de 50 muertos.

El marco de la tectónica de placas permite aproximarnos con más perspectiva al tema de la predicción de los terremotos ya que nos proporciona una explicación general sobre su origen. Es fácil aceptar que, mientras las placas sigan moviéndose y las fallas continúen existiendo, seguirán produciéndose terremotos. Es decir, podemos afirmar que donde ha habido sacudidas sísmicas volverá a haberlas, y su magnitud será similar a la de los terremotos anteriores. Pero esto no es en absoluto una predicción si entendemos el término predicción como una indicación, con sus márgenes de incertidumbre, de dónde y cuándo ocurrirá un terremoto individual, de cuánto será su magnitud y de cuál es la probabilidad de acierto de esta predicción.

Esto, hoy por hoy, no es posible con el grado de desarrollo de la sismología. ¿Por qué? ¿Qué es lo que hace que la predicción no sea posible para el caso de terremotos individuales mientras que sí lo es para otros fenómenos naturales como los huracanes o las erupciones volcánicas?

La respuesta es compleja y afecta tanto a la física del fenómeno como a sus observaciones. Por una parte, la corteza terrestre es extremadamente heterogénea y la distribución real de los esfuerzos actuantes y de la energía acumulada no es suficientemente conocida. Además, no existe una comprensión clara del proceso en la fuente sísmica y no se sabe bien cómo se produce la rotura ni cómo una falla concreta interactúa con los sistemas próximos y éstos entre sí. A pesar de los grandes progresos en los últimos años, todavía hay más preguntas que respuestas.

La falta de comprensión del proceso explica que no exista un fenómeno observable que pueda ser considerado sin ambigüedades como un precursor sísmico. Ello marca una diferencia muy clara respecto a los otros fenómenos naturales. Por ejemplo, aunque cada volcán es diferente, se puede predecir una erupción analizando la evolución de distintos fenómenos como las emisiones de gases, las deformaciones del edificio volcánico o la sismicidad asociada. En el caso de los terremotos, ninguno de los fenómenos considerados como precursores (variación del nivel de gas radón en los pozos, cambios en la razón de velocidades de las ondas P y S, modificaciones en la sismicidad de la zona, etcétera) parece ser realmente fiable. Es necesario por tanto profundizar en la comprensión del proceso sísmico y buscar nuevos fenómenos que sean observables y guarden una relación directa y estadísticamente probada con los terremotos.

A las dificultades inherentes al proceso sísmico se añade el problema de la observación de los fenómenos relacionados con él. En la investigación sismológica no ha habido, hasta los últimos años, un sistema de observación similar al de los satélites en el caso de la meteorología. Esta situación ha mejorado notablemente en la última década con la interferometría desde satélite y la creación de redes de GPS que permiten estudiar la evolución espacial y temporal de los campos de esfuerzos. Pero todavía hay que avanzar mucho en la captación de datos de interés sismológico.

El reconocimiento de estas limitaciones no debe llevarnos al pesimismo. Actualmente la sismología puede estimar con una alta fiabilidad el peligro sísmico de cualquier zona del planeta. Al hacerlo, permite señalar, con tiempo suficiente, en qué lugares es más urgente tomar medidas de prevención que permitan disminuir las pérdidas humanas y materiales. El trabajo en esta línea incluye el diseño de escenarios sísmicos en los que se evalúen los posibles daños y se planifique la respuesta necesaria, la educación de la población, el desarrollo de normativas de construcción sismorresistente y la exigencia de su cumplimiento. En algunos casos es posible también establecer sistemas de alerta sísmica temprana, como el de la Ciudad de México, o proteger instalaciones y servicios críticos como conducciones de gas y electricidad o trenes de alta velocidad.

La eficacia de las medidas de prevención explica la diferencia en el número de víctimas mortales producidas por los terremotos de Haití y Chile. En el primer caso, la mala construcción generalizada, la ausencia de una conciencia colectiva de amenaza sísmica y la falta de una estructura social sólida han contribuido a multiplicar el número de víctimas hasta alcanzar la pavorosa cifra de 230.000 muertos. En el segundo, el número de víctimas mortales no supera las 500, muchas de ellas debido a un inexplicable fallo humano en un sistema de alerta de tsunamis bien diseñado. Está claro, por tanto, que se pueden tomar medidas para disminuir el impacto de los terremotos. Y que es urgente hacerlo.

Autor: Miguel Herraiz Sarachaga (director del Departamento de Geofísica y Meteorología Universidad Complutense)

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domingo, 14 de marzo de 2010

Así se deshace la Antártida


A principios de febrero, B-9B, un enorme iceberg de casi cien km de longitud chocó violentamente con la lengua helada del glaciar Mertz, en la zona oriental de la Antártida, provocando su ruptura.

FUENTE ABC Periódico Electrónico S.A. 09/03/2010

El acontecimiento fue recogido por las cámaras del satélite meteorológico Envisat, de la Agencia Espacial Europea. La propia ESA ha publicado una espectacular secuencia de imágenes, que abarcan desde el 10 de febrero al 4 de marzo, en la que se aprecian con claridad las rápidas consecuencias del titánico choque.

La colisión ha creado un segundo y también enorme iceberg, de cincuenta km de largo por veinticinco de ancho y bautizado como C-28. El nombre significa que es el glaciar número 28 que se rompe en este sector de la Antártida desde el año 1976, cuando se comenzaron a clasificar esta clase de fenómenos.

Ambos icebergs se encuentran ahora a la deriva en medio de una polinia, que es la forma en que se denomina un área de agua en el Ártico o en la Antártida que no llega nunca a congelarse, pero que está rodeada por todas partes de hielo marino. Los dos colosos helados están obstruyendo la circulación de agua oceánica creada por la polinia, lo que priva de oxígeno a la vida marina local.

Autor: José Manuel Nieves

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Las termitas del mar pueden fabricar biocombustibles


Unos pequeños crustáceos marinos que devoran la madera podrían esconder en sus entrañas un nuevo biocombustible, según un estudio publicado en PNAS.

FUENTE Público 09/03/2010

Durante siglos, el Limnoria quadripunctata, con una longitud de uno a cuatro milímetros, ha sido considerado una plaga por sus estragos en los cascos de los barcos y los muelles.

Al contrario que otros organismos que se alimentan de madera, como las termitas, estos animales no parecen necesitar la ayuda de microbios intestinales para digerirla. El nuevo trabajo, realizado por expertos de las universidades de York y Portsmouth, en Reino Unido, ha analizado los genes de su sistema digestivo.

El trabajo ha detectado varios de ellos que producen unas enzimas que, por ahora, no se habían hallado en ningún otro animal. Son sustancias que atacan la madera y la transforman en azúcares, que aportan la energía que necesitan estos crustáceos. Se trata de las enzimas que se habían hallado ya en ciertos hongos que también degradan la madera, así como en los microbios del estómago de las termitas.

Los autores quieren intentar usar estas sustancias para fabricar combustibles líquidos a partir de residuos de madera.

Autor: N. D.

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Un tercio del CO2 de los ricos se genera en otro país


Al producir bienes de consumo se genera CO2. Pero mientras que se conoce el volumen del tráfico internacional de mercancías, se ha prestado muy poca atención a las emisiones asociadas a los productos que se comercian.

FUENTE El País Digital 09/03/2010

Ahora, dos científicos de EE.UU. han hecho un estudio cruzando datos de distribución mundial de emisiones con los de comercio por sectores y muestran que los países ricos externalizan más de un tercio del CO2 generado al producir los bienes y servicios que consumen sus ciudadanos. China es el principal receptor.

Con datos de varios países de Europa occidental, cada ciudadano, como media, consume bienes que generan hasta cuatro toneladas de CO2 en algún otro lugar del mundo; en EE.UU., el balance de la emisión per cápita fuera de sus fronteras es de 2,5 toneladas, dado que es un gran importador, pero también exportador de mercancías asociadas a contaminación. En Suiza, el CO2 generado en la producción de los bienes que consume y que se emite fuera de sus fronteras es superior al emitido dentro de las mismas.

Steven Davis y Ken Caldeira, del Institution Carnegie de Washington, abarcan en su investigación 113 países y 57 sectores industriales (con datos completos para 2004), y dan a conocer sus resultados pormenorizados en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. Ellos recuerdan que si en la década de los noventa las emisiones globales crecieron un 1% anual, el ritmo de aumento entre 2000 y 2008 fue del 3,5% por año, aunque ha debido caer últimamente debido a la crisis económica.

"Al sistema climático no le importa dónde se produce el CO2", recuerda Davis. "Igual que la electricidad que uno gasta en casa puede estar provocando emisiones en una planta de carbón en algún otro lugar, hemos visto que los productos importados por los países desarrollados de Europa Occidental, Japón y EE.UU. causan sustanciales emisiones en otros países".

Aproximadamente 6,2 gigatoneladas del total del CO2 mundial emitido por el uso de combustibles fósiles se debe a la producción de bienes que se consumen en otro país, indica el estudio. En China se emiten 1,4 gigatoneladas de CO2 (casi una cuarta parte de su total nacional) al producir bienes que salen de sus fronteras (piezas, maquinaria, electrónica, textiles, productos químicos y plásticos). Esas mercancías van a parar a EE.UU., Japón y Europa Occidental.

Las exportaciones de mercancías producidas con alta inversión energética corresponden a economías emergentes (como China e India), además de Rusia; Europa Occidental y Japón se caracterizan por la baja intensidad energética de sus productos. También en EE.UU. es muy inferior dicha intensidad en comparación con los países emergentes, pero superior a la europea.

Con este panorama de externalización de la contaminación, la reducción notable de las emisiones registrada en regiones desarrolladas puede estar enmascarando las emisiones reales debidas a su consumo, que se contabilizan lejos de casa.

"La separación geográfica de la producción y el consumo complica la pregunta fundamental acerca de quién es responsable de las emisiones y cómo hay que repartir la carga del recorte de las mismas", afirman Davis y Caldeira en su artículo. La prosperidad de los países ricos se basa, no sólo en dos siglos (desde la industrialización) de emisiones por el uso de combustibles fósiles, sino también, ahora, en las emisiones originadas en los países en desarrollo, subrayan estos científicos. Davis puntualiza, en un comunicado de la Institución Carnegie, que los datos de este trabajo pueden ser tomados en cuenta a la hora de abordar los acuerdos internacionales para controlar las emisiones causantes del cambio climático, aunque "eso es una decisión que corresponde a los políticos".

Autor: Alicia Rivera

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El hombre que puede evitar catástrofes


El terrible tsunami de 2004 fue el desastre natural más mortífero de la historia moderna. Cerca de 300.000 personas murieron en la catástrofe, a pesar de que la onda expansiva de las olas, que afectó especialmente a Indonesia, no llegó a su destino por sorpresa. Tardó dos horas en alcanzar las costas de la India, y seis en precipitarse sobre Somalia y Kenia. Si el proyecto en el que trabaja Sergio Idelsohn hubiera sido hace seis años una realidad, parte de esta gran tragedia podría haberse evitado.

FUENTE ABC Periódico Electrónico S.A.
11/03/2010

El curso del tsunami se hubiera conocido a tiempo real gracias al novedoso simulador informático en el que trabaja, una especie de «bola de cristal» matemática para augurar cómo se comporta un líquido o un gas y poder hacer frente a eventos inesperados como una inundación, la ruptura de un dique o un incendio. ¿No sería maravilloso tener un invento semejante de cara al futuro?
Sergio Idelsohn es un especialista en mecánica de fluidos, investigador en el Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (CIMNE) de la UPC de Barcelona. Recientemente, ha recibido un prestigioso premio de tres millones de euros del Consejo Europeo de Investigación (ERC) -una concesión que sólo se otorga a proyectos de alto riesgo pero que pueden producir resultados científicos de gran impacto-, para desarrollar un sistema de simulación informática que permita realizar cálculos del movimiento de líquidos y gases en tiempo real.

CUESTIÓN DE VELOCIDAD

Precisamente, ahí reside la novedad de su procesador. Desde hace algún tiempo, los científicos ya eran capaces de prever los efectos de una ola grande, de un incendio o de un volcán en erupción, pero sus cálculos son demasiado lentos. «Por ejemplo, para saber cómo se mueve un barco frente a una ola necesitamos diez horas de computación. ¿Es mucho? Depende, si estamos diseñando el barco tenemos un año para trabajar, pero hay algunos fenómenos, como un tsunami, en los que necesitamos una respuesta muy rápida», explica el profesor. «Debemos saber en menos de quince o veinte minutos hasta dónde y con qué fuerza va a llegar el agua, para evacuar a la población si fuera necesario».

Para conseguir la simulación a tiempo real, el nuevo procesador que desarrolla Idelsohn se inspira en la tecnología de los videojuegos GPGPU, en la que los cálculos son prácticamente instantáneos. «Cuando juegas al tenis en una consola, le pegas a una pelotita virtual y ésta se mueve inmediatamente en la pantalla», describe. La idea novedosa del proyecto es utilizar estos procesadores con nuevos métodos numéricos y algoritmos para otras aplicaciones muchísimo más importantes que un juego, como la de conocer el curso de un tsunami, la inundación de un río o el aguante de un dique, pero también hay muchas otras en el campo de la bioingeniería y de la industria. Por ejemplo, saber cómo se mueve el flujo sanguíneo al colocar una válvula cardíaca en una operación -puede ayudar al cirujano a tomar una decisión rápida ante un paciente con el pecho abierto- o qué dirección toma el metal fundido en una industria metalúrgica para evitar que provoque algún accidente.

Autor: J. de Jorge

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¿Fue alguna vez la Tierra una inmensa bola de nieve?


¿Se imaginan el espectáculo? La Tierra, nuestro planeta azul, convertido en una inmensa esfera blanca y helada, y con temperaturas medias de cincuenta grados bajo cero. ¿Ciencia ficción? Nada de eso. Cada vez más evidencias geológicas apuntan a que ese escenario, conocido como "glaciación global" o "Tierra bola de nieve", se produjo realmente. Y en más de una ocasión a lo largo de la dilatada historia de nuestro mundo.

FUENTE ABC Periódico Electrónico S.A. 11/03/2010

Ahora, por primera vez, un grupo de geólogos estadounidenses ha encontrado pruebas de que, hace 716,5 millones de años, el hielo de los polos se extendió hasta el mismísimo ecuador, dando a la Tierra, en efecto, el aspecto de una bola de nieve gigante.

"Esta es la primera vez que se demuestra que se produjo la glaciación Sturtiana en latitudes tropicales y que se aportan pruebas directas de un fenómeno de 'Tierra bola de nieve'", asegura el autor principal de un estudio recién publicado en Science, Francis Macdonald, geólogo de la universidad de Harvard, quien afirma además que aquella terrible glaciación duró como poco cinco largos millones de años.

La teoría de que existieron largos periodos glaciares que afectaron a todo el planeta no es nueva, aunque resulta difícil atribuirla a un solo investigador. De hecho, son muchos los científicos que, durante décadas, han ido aportando pequeñas piezas a un rompecabezas que aún dista mucho de estar resuelto.

VARIAS GLACIACIONES

Según la teoría de "Tierra bola de nieve", se produjeron no una, sino varias glaciaciones globales en la Tierra, que cubrieron toda su superficie de hielo: la glaciación Sturtiana, hace unos 710 millones de años; la de Ghaub hace 635 millones de años y la de Gaskiers, hace 580 millones de años.

Los investigadores llegaron a sus extraordinarias conclusiones a partir del análisis de una antigua formación rocosa en el norte de Canadá.

Según Macdonald, el hecho de que siguiera habiendo vida eucariótica durante el período de la glaciación Sturtiana (que es de la que ahora se han publicado las pruebas) sugiere que, incluso en esas condiciones infernales, debieron seguir llegando los rayos del sol a la superficie de la Tierra. Y que en algunos lugares debía seguir habiendo agua en estado líquido.

Resulta cuando menos curioso que fuera precisamente alrededor de aquella época cuando surgieron los primeros animales complejos. Las células eucariotas (las que tienen un núcleo bien definido y de las que están hechos todos los animales y plantas) surgieron hace unos mil millones de años, trescientos antes de que tuviera lugar este dilatado periodo de glaciación global.

Sin embargo, según los investigadores, incluso en una "Tierra bola de nieve", habría variaciones de temperatura y lo más probable es que el hielo fuera dinámico y en algunos lugares dejara paso a extensiones de agua que sirvieran como refugio para la vida.

"Los registros fósiles indican que todos los principales grupos eucarióticos, con la posible excepción de los animales, existieron antes de la glaciación", señala MacDonald.

En opinión del científico, la posible explicación a la supervivencia de los eucariotas en esas condiciones es que "desde el punto de vista de la evolución, no siempre es malo para la vida en la Tierra estar sometida a duras presiones".

Las rocas analizadas por MacDonald y sus colegas en el territorio de Yukon, en Canadá, presentaban depósitos de hielo y otros signos de glaciación como clastos estriados, restos arrastrados por el hielo y la deformación de sedimentos blandos.

OCÉANO CONGELADO

Los científicos pudieron determinar por el magnetismo y la composición de las rocas que 716,5 millones de años atrás se encontraban a nivel del mar en los trópicos, a una latitud de 10 grados, de donde fueron desplazadas por el movimiento de placas tectónicas.

Debido al elevado efecto albedo del hielo, que refleja hacia el espacio los rayos de sol, los modelos climáticos prevén que de formarse hielo en el mar a 30 grados de latitud del Ecuador el océano entero se congelaría con rapidez.

Por ello, los resultados del estudio implican con bastante seguridad que el hielo estaría presente en todas las latitudes durante la glaciación Sturtiana, añade el investigador.

Los científicos ignoran cuál fue la causa de esta glaciación y qué le puso fin, pero el período coincide con la existencia de un gran territorio ígneo que se extendía sobre 1.500 kilómetros desde Alaska hasta la isla de Ellesmere en el extremo nororiental de Canadá, por lo que pudo deberse a la actividad volcánica.

La teoría de "Tierra bola de nieve" se explica en este vídeo de National Geographic.

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Estudio geofísico de la influencia de la atmósfera en la Tierra


Se ha creado un nuevo proyecto científico interdisciplinario respaldado por el Fondo Científico de Austria (FWF) en el que un grupo de geofísicos tratarán de averiguar más datos sobre el funcionamiento de la atmósfera terrestre.

FUENTE CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario 12/03/2010

Los investigadores, del Instituto de Geodesia y Geofísica de la Universidad Tecnológica de Viena (TU, Austria), estudiarán las relaciones de la atmósfera con la vida terrestre y su influencia en la forma, rotación y campo gravitatorio del planeta.

El proyecto se llama «GGOS (Sistema de Observación Geodésica Global) Atmosphere» y está a cargo de la Asociación Internacional de Geodesia (IAG). Sus responsables elaborarán modelos geofísicos que simulen presión, funciones del momento angular y coeficientes del potencial gravitatorio de la atmósfera a partir de un corpus de datos colectivo suministrado por el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (CEPMPM). Todos los modelos se basarán en los mismos parámetros (presión, temperatura, humedad y velocidad del viento).

El Instituto de Geodesia y Geofísica evaluará el efecto de las categorías de datos y modelos geofísicos sobre distintos fenómenos atmosféricos. Una vez establecidas las categorías y modelos adecuados, se calcularán los efectos de la presión, funciones del momento angular y coeficientes del potencial gravitatorio de la atmósfera en el periodo completo sobre el que existen observaciones geodésicas espaciales.

La geodesia moderna, ciencia que mide y representa la Tierra, tiene en cuenta una gran cantidad de factores. Por ejemplo, el retraso que pueden sufrir las señales de radio emitidas por los satélites del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) debido a las condiciones de la atmósfera y la presión que ésta ejerce, que puede cambiar la forma de la Tierra en hasta dos centímetros y modificar su campo gravitatorio. Las fuerzas atmosféricas también provocan pequeñas fluctuaciones en la rotación terrestre.

Debido a estas fluctuaciones los datos han de ajustarse de forma continua. Por esta razón, el proyecto GGOS desempeñará una función importante en la observación y medición de la atmósfera planetaria. En el proyecto participarán cientos de geólogos de todo el mundo para procesar y analizar los datos geodésicos y geofísicos que se registran por medios terrestres y espaciales.

La precisión de los datos es un aspecto indispensable para medir la actividad atmosférica y observar actividades como la variación del nivel del mar o el movimiento de las placas tectónicas, lo cual permite permanecer alerta ante catástrofes naturales como los terremotos.

El Dr. Johannes Böhm, investigador de la TU, indicó que: «Sólo así lograremos extraer conclusiones verdaderamente relevantes para la sociedad, como por ejemplo datos para la investigación climática o predicciones de catástrofes naturales.»

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viernes, 5 de marzo de 2010

Seísmo de 6,4 grados en Taiwan


El seísmo de 6.7 grados en la escala de Richter ocurrido hoy en el sur de Taiwán ha causado hasta el momento al menos 64 heridos, así como daños a unas 340 escuelas y 540 mil 500 casas, según un balance de las autoridades taiwanesas.

De acuerdo con autoridades educativas de Taiwán, 340 escuelas fueron dañadas, de las cuales al menos 100 se derrumbaron total o parcialmente a consecuencia del terremoto, mientras tres edificios y un puente en el distrito sureño de Kaohsiung fueron destruidos.

Las comunicaciones ferroviarias y telefónicas también se han visto afectadas, así como el suministro de agua y electricidad a causa del movimiento telúrico, según reportes de la agencia china de noticias Xinhua.

El terremoto, que también fue sentido en Taipei, la capital de Taiwán, causó diversos daños en los distritos de Jiayi y Tainan, pero sin registrar víctimas mortales hasta el momento.

La Red Sismológica Nacional de China precisó que el movimiento telúrico, que ocurrió a las 08:18 horas locales (00:18 GMT), fue de 6.7 grados Richter, mientras autoridades sismológicas de Taiwán indicaron que la magnitud del sismo fue de 6.4 grados.

El epicentro del sismo fue localizado a 22.9 grados de latitud norte y 120.6 grados de longitud este, en el suroeste de Taiwán, unos 65 kilómetros al noroeste de Kaohsiung, la segunda ciudad más grande de la isla, y a unos 250 kilómetros al sureste de la capital Taipei.

Horas después de este sismo, decenas de réplicas, la más fuerte de 5.7 grados en la escala de Richter, se han registrado en el sur de Taiwán, isla sacudida con frecuencia por sismos, ya que la isla se halla en el cruce de dos placas tectónicas, la Eurasiática y Filipina.

Taiwán sufrió el 21 de septiembre de 1999 un sismo de 7.6 grados en la escala de Richer, el más devastador de los últimos 100 años en la isla, causando más de dos mil 400 muertos y destruyendo o dañando alrededor de 50 mil edificios.

El terremoto se sintió en la capital de la isla, Taipei, situada a unos 400 kilómetros del epicentro, y también provocó gran pánico entre la población y dejó sin luz a más de 54 mil hogares.
Para ver el vídeo haz click en:

Inundaciones y sequías por El Niño

El fenómeno de El Niño está provocando cambios extremos en el clima de los países sudamericanos, unos con lluvias e inundaciones que dejan decenas de muertos y otros afectados por sequías intensas que obligan a cortes de luz y agua.


El Niño es un anormal calentamiento de las aguas ecuatoriales del océano Pacífico, que perturba con lluvias y sequías los patrones climáticos.

Ayer, el gobierno peruano evacuaba a los últimos turistas de más de los 2.500 atrapados en Machu Picchu por aludes causados por intensas lluvias que inhabilitaron el tren.

El rescate comenzó el lunes pasado luego de derrumbes que dejaron unos cinco muertos, aunque se teme más víctimas porque hay desaparecidos.

Diario El Comercio de Lima resaltó ayer que los pobladores de la región de Cusco, a diferencia de los turistas, aún no reciben ayuda del Estado. El primer ministro, Javier Velásquez, dijo que el temporal deja 23.425 damnificados, 4.600 casas dañadas o destruidas, 16.000 hectáreas de cultivo destruidas y nueve puentes afectados, por lluvias y desborde de ríos como el Vilcanota, señala el diario.

En Bolivia, intensas lluvias, inundaciones, riadas, granizadas, deslizamientos y desbordes de ríos en Santa Cruz, Cochabamba, Chuquisaca, Beni y La Paz, dejan unos diez muertos y 22.000 familias afectadas, lo que llevó al gobierno a decretar la emergencia nacional.

En La Paz, una barriada fue afectada por un deslizamiento que destruyó unas 70 casas, afortunadamente sin víctimas. Además, miles de hectáreas de cultivos y pastizales quedaron bajo el agua. El Servicio de Meteorología atribuyó las lluvias, en la región andina y el oriente, a variaciones climáticas ocasionadas por El Niño.

En Brasil, especialistas indican que el fenómeno de El Niño origina las incesantes precipitaciones que han hecho de enero el mes más lluvioso en los últimos 63 años.

Ayer, tres miembros de una familia murieron cuando su casa quedó sepultada en un alud en Sao Paulo, estado en el que suman 69 las víctimas de las fuertes precipitaciones, desde el 1 de diciembre. Los ríos Piñeiros y Tieté se desbordaron y las lluvias dejaron repletas dos de las seis represas que dan energía a Sao Paulo.

También sequía y calor

Pero El Niño también origina una cola de calor que desde noviembre azota a parte del territorio argentino, que obligó a las autoridades a establecer la alerta naranja y multiplicó los cortes de energía, cuya demanda alcanzó un “nivel récord”, con temperaturas que los últimos días se acercaron a 40 grados en Buenos Aires y en las provincias del centro y el norte.

También el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, responsabilizó a El Niño de la fuerte sequía que se inició a finales del 2009 provocando cortes en el servicio de agua potable en Cúcuta y Cali, e incrementó los incendios forestales así como los casos de dengue.

Además, el gerente del Banco Central, José Darío Uribe, explicó que el fenómeno de El Niño tendrá este año un efecto alcista aunque temporal sobre los precios de los alimentos y los servicios regulados, el cual se revertiría desde agosto.

En Venezuela, la falta de lluvias y la sequía de las que se culpa a El Niño, provoca racionamientos de energía eléctrica y de agua potable, y se espera que recién a partir de marzo podría comenzar a debilitarse.

Inundaciones en Perú

Al menos 15 personas murieron en la semana por inundaciones o desbordes de ríos en el sureste de Perú, debido a fuertes lluvias que han destruido además decenas de viviendas por la zona, dijeron el jueves autoridades.

El temporal se registra en varias localidades rurales de la región del Cusco, el mayor atractivo turístico de Perú, que soporta las precipitaciones desde hace algunas semanas.

"Ayer (miércoles) murieron siete personas que estaban trabajando en la limpieza del río y fueron sorprendidos por la crecida rápida del río", dijo a Reuters el director de Defensa Nacional de Cusco, Luis Ballón, en conversación telefónica.

La autoridad afirmó que hay información oficial de desaparecidos, pero testigos hablan que otras siete personas fueron arrastradas por la corriente. "Brigadas de defensa civil y de la policía están buscando más víctimas", agregó.

El hecho se produjo en la localidad de Písac, cuyas calles fueron inundadadas con lodo y piedras, dijo Ballón.

El lunes, otras ocho personas fallecieron tras el desborde del río Quesermayo en la localidad de Taray, vecina a Písac en Cusco, ubicada a unos 1.100 kilómetros al sureste de Lima.

A inicios de febrero miles de turistas quedaron atrapados por algunos días en una localidad cercana a la ciudadela inca Machu Picchu, ubicada en Cusco, debido al corte de la principal vía de la zona bloqueada por las lluvias.

En una operación sin precedentes, el Gobierno tuvo que evacuar en helicópteros a 4.000 turistas peruanos y extranjeros durante cinco días de la localidad cercana a Machu Picchu.

Las lluvias, frecuentes en los Andes peruanos durante el período de verano en la costa del Pacífico, se han agudizado debido al fenómeno climático de El Niño, que según expertos durará hasta el comienzo del verano boreal del 2010.

El fenómeno de El Niño es un anormal calentamiento de las aguas en la parte ecuatorial del Océano Pacífico, que perturba con lluvias y sequías los patrones climáticos globales.

Una fuga de metano bajo el Ártico amenaza el clima


Un escape de metano en el fondo del Ártico puede acabar de descuajaringar el clima del planeta. Un equipo de científicos rusos y suecos ha descubierto múltiples chimeneas en la llamada plataforma ártica de Siberia Oriental, por las que ya escapan unos ocho millones de toneladas de metano cada año, la misma cantidad que la liberada por todos los océanos del mundo juntos.

FUENTE
Público
05/03/2010

Este compuesto, encerrado en el suelo congelado de la tundra siberiana desde la última glaciación, es un gas de efecto invernadero 30 veces más potente que el ya famoso dióxido de carbono.

"La liberación de tan sólo el 1% del metano almacenado en estos depósitos podría multiplicar por tres o por cuatro la actual carga del gas en la atmósfera", explicó en un comunicado la principal responsable del estudio, Natalia Shakhova, de la Academia Rusa de Ciencias, en Vladivostok. "Las consecuencias climáticas de este cambio son muy difíciles de predecir", advierte.

La plataforma ártica de Siberia Oriental, a unos 1.000 kilómetros de la costa rusa, esconde una bomba de metano. Los científicos surcaron esta región en buques rompehielos entre 2003 y 2008. Sus datos, publicados en la revista Science, demuestran que el suelo submarino congelado, antes considerado una barrera impermeable para el gas, está ahora plagado de agujeros a causa del propio calentamiento global.

BURBUJA DE GAS

El estudio subraya que más del 80% de las aguas profundas y la mitad de las aguas superficiales de esta región presentan niveles de metano ocho veces mayores que los habituales en el mar. El derretimiento del fondo marino permite la fuga del gas, y la escasa profundidad de esta zona, unos 50 metros, facilita que se libere rápidamente al aire. El Ártico ya burbujea metano. Y el calentamiento global podría detonar esta bomba escondida en el lecho marino.

En otros capítulos más fríos de la historia del planeta, la concentración de este gas en la atmósfera rondaba las 0,3 partes por millón. Hoy alcanza 1,85 partes por millón, la densidad más alta en los últimos 400.000 años, según Shakhova.

El investigador Martin Hemann, del Instituto Max Planck de Biogeoquímica, en Jena (Alemania), escribe en Science un análisis tranquilizador de estos nuevos datos. Las actuales emisiones globales de metano, incluidas las generadas por la actividad humana, alcanzan los 490 millones de toneladas, por lo que el actual escape en el Ártico siberiano es, por el momento, "insignificante". "Esto es una buena noticia", opina Hemann, "pero, ¿persistirá esta situación si continúa el calentamiento? No lo sabemos".

Autor: Manuel Ansede

jueves, 4 de marzo de 2010

El terremoto chileno ha afectado la rotación de la Tierra

La NASA acaba de anunciar que el terremoto de Chile ha desplazado el eje de la Tierra ocho centímetros y ha reducido la duración del día.

El terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que sacudió el pasado sábado el centro y el sur de Chile redujo muy levemente la duración del día y desplazó el eje de la Tierra en ocho centímetros, según informó la agencia espacial estadounidense (NASA).

En un artículo publicado en la edición digital de la revista Business Week, el geofísico de laboratorio de la NASA en Pasadena, California, Richard Gross, indicó que los terremotos pueden desplazar hasta cientos de kilómetros de rocas en espacios muy reducidos, lo cual modifica la distribución de la masa en el planeta y afecta a la rotación de la Tierra.

A partir de cálculos elaborados mediante métodos informatizados, la NASA ha constatado que, a causa del terremoto de Chile, el eje de la Tierra se ha movido ocho centímetros y que “la duración del día se debe haber acortado 1,26 microsegundos (millonésimas de segundo)”.

No es la primera vez que se detectan cambios similares tras un terremoto. El día se redujo en 6,8 microsegundos a finales de 2004 a causa del seísmo de 9,1 grados registrado cerca de Sumatra, que provocó el mayor tsunami de la historia.

martes, 2 de marzo de 2010

Pueblos sicilianos en riesgo de ser sepultados por corrimientos de tierra

Un desprendimiento de tierra debido a las últimas lluvias puede hacer desaparecer para siempre San Fratello, un pueblo de 2.000 habitantes en la provincia de Messina, en la isla de Sicilia (Italia). Las fuertes lluvias que caen desde varios días sobre Sicilia han provocado el corrimiento de tierra del monte Nebrodi y durante el fin de semana fueron evacuadas las cerca 1.500 personas que viven en el pueblo siciliano (16/02/2010).

Para ver el vídeo del despredimiento, puedes pinchar en:

“La situación está empeorando, el desprendimiento se está agrandando y sólo nos queda rezar y esperar que nuestro pueblo no desaparezca”, explicó hoy a los medios de comunicación el alcalde de San Fratello, Salvatore Sidoti Pinto.

Las fuertes lluvias que caen desde varios días sobre Sicilia han provocado el corrimiento de tierra del monte Nebrodi y durante el fin de semana fueron evacuadas las cerca 1.500 personas que viven en el pueblo siciliano.

Según los medios de comunicación, sólo algunas familias decidieron permanecer en la localidad amenazada por el monte mientras esperan a ver como evoluciona la situación.

La Unidad de Crisis de la Protección civil vigila el pueblo, donde hoy llegará un equipo de geólogos para evaluar si es necesaria la evacuación total de sus habitantes.

Muchas de las casas presentan grietas debido al corrimiento de tierra y también la parroquia de San Fratello ha sufrido importantes daños, por lo que durante el fin de semana los ciudadanos rescataron la estatua del santo patrón, San Nicola, y la llevaron de procesión por las calles desiertas para pedir el milagro de detener el movimiento de la montaña.

En octubre pasado, otro desprendimiento de tierra provocado por las fuertes lluvias causó la muerte de 37 personas en Gianpielieri, también en la provincia de Messina.

Ciclogénesis explosiva


Es un fenómeno meteorológico poco habitual, que crece con rapidez extraordinaria y que levanta la furia del viento y del mar. Los expertos lo llaman ciclogénesis explosiva, aunque también se le conoce como 'La Tormenta perfecta'.

Los vientos pueden alcanzar los 120 o 140 kilómetros por hora en algunas partes. No es la primera vez que esta fuerza de la naturaleza afecta al litoral cantábrico. En diciembre de 1998 provoco el hundimiento del pesquero vasco 'Marero'. El mar se tragó a sus ocho tripulantes. En marzo del año pasado una situación simular nos dejó imágenes terroríficas en Galicia y graves destrozos como en la costa vasca. Se conoce como Ciclogénesis explosiva. En el mar la conocen también por la 'Tormenta Perfecta'. George Clonny nos enseñó en el cine su versión más extrema.

Llevamos todo el día hablando de estas dos palabras, algunos quizás las recordaréis de ahora hace aproximadamente un año asociadas al nombre de Klaus (23-24 de enero de 2009).

El significado etimológico de la palabra ya nos dice mucho de lo que es: ciclo = borrasca, génesis = origen, explosiva = rápida. Aquí está: una borrasca que se 'forma' de manera muy rápida.


Si miramos el mapa isobárico del viernes podemos encontrar la borrasca en el Atlántico, en el oeste de las islas Canarias, con una presión atmosférica en su centro de unos 990 hPa. Esta presión es muy habitual en nuestras latitudes.

En tan solo 18 horas (y esto es lo importante) la borrasca se desplaza hasta el norte de Galicia y allí llega con una presión de ¡¡¡¡970 hPa!!!!


Este descenso es muy rápido (-20 hPa) y se produce en muy poco tiempo de aquí el adjetivo 'explosiva'.


Observando el mismo mapa podemos ver que en altura tenemos una entrada de aire frío que cubre la borrasca. Este es el 'combustible' para hacer este proceso tan rápido.

Así que durante las próximas horas tendremos lluvia en buena parte del país y rachas muy fuertes de viento con todas las consecuencias que esto tiene. La AEMET tiene activada la alerta roja en Galicia y en el Cantábrico por rachas máximas entorno a 160 km/h esta tarde. Seguro que se llegan a superar en algunas zonas. ¡Mucha precaución! En situaciones como esta en la que los vientos rolan rápidamente y soplan con rachas tan fuertes es fácil, por ejemplo, que se arranquen árboles.

Si queréis profundizar un poco más sobre este tema (y nunca mejor dicho) aquí os dejo un artículo publicado hace poco en la revista RAM.

Para ver algunos vídeos explicativos, pinchar en:

http://www.antena3noticias.com/PortalA3N/ciencia-y-tecnologia/Que-ciclogenesis-explosiva/4434586

http://www.youtube.com/watch?v=e6OfiB6rXU0

Terremotos: ¿está la naturaleza fuera de control?

Primero Haití, con cientos de miles de muertos. Después Chile, con más de 200, y Japón, donde, por fortuna, no se registraron víctimas. En tan sólo dos meses, la Tierra ha temblado con muchísima fuerza como si se levantara en armas.

La potencia de estos terremotos -el chileno del pasado sábado ha alcanzado los 8,8 grados en la escala de Richter (uno de los mayores en los últimos cien años en todo el mundo), 7,2 el nipón y 7 el de Haití- nos ha sorprendido y conmocionado, como si esto no pudiera repetirse en un plazo de tiempo tan corto y algo anormal estuviera sucediendo. Sin embargo, los científicos aseguran que las entrañas del planeta no están más activas ahora que en otros tiempos desde que se tiene memoria y registros sísmicos. Simplemente, obedecen a las órdenes de una naturaleza que, en este caso y al contrario de lo que ocurre con el clima, sólo responde a sus propias normas, las que marca la geología. Y al ser humano no le queda más remedio que prevenir y, en la medida de lo posible, protegerse.

«Un terremoto siempre es una sorpresa y más con estas dimensiones, pero en un lugar como Chile la actividad sísmica es alta y se sabe que estos terremotos pueden ocurrir», señala Luis Cabañas, sismólogo de la Red Sísmica del Instituto Geográfico Nacional. El seísmo de Chile ha sido especialmente duro, el segundo más potente del país después del registrado en 1960, con magnitud 9.5 y el mayor ocurrido en el mundo. El motivo de este castigo para los chilenos es que su país está situado en el llamado «círculo de fuego» que bordea los países del Pacífico, una de las zonas más sísmicas del planeta, donde se producen el 80% de los terremotos. «Estos terremotos ocurren como consecuencia de la convergencia de las placas tectónicas de Nazca y de Suramérica, lo que produce rupturas bastante intensas y violentas. La placa de Nazca de naturaleza oceánica se curva e introduce bajo la placa de Suramérica de carácter continental, formando lo que se denomina un margen de subducción», explica Cabañas.

UN SEÍSMO GIGANTE AL AÑO

Pero, ¿por qué un terremoto tras otro en distintas partes del mundo? ¿Le sucede algo a la Tierra? «En principio, creemos que no, que es un comportamiento normal producido por el movimiento de placas», explica el experto. Las estadísticas indican que aproximadamente «hay un terremoto de magnitud superior a ocho al año -puede ocurrir uno o ninguno-, mientras que pueden registrarse entre 15 ó 18 seísmos de magnitud entre siete y ocho». Lo que ocurre es que no siempre se producen en zonas pobladas ni causan catástrofes tan graves, por lo que muchos se quedan en noticias poco destacadas que olvidamos con facilidad, hasta que uno golpea en una zona densamente habitada y provoca una catástrofe humana que se queda grabada en nuestra retina.

La época que nos ha tocado vivir no ha sufrido más o menos terremotos que otras. Según Cabañas, lo que conocemos del registro sísmico «viene a ser estadísticamente constante». Tampoco influye la mano del hombre. «Es un proceso completamente natural. La intervenció humana no tiene por qué afectar, no tiene nada que ver con lo que sucede, por ejemplo, con el clima».

Después del terremoto de Haití, algunos científicos advirtieron de que catástrofes similares pueden repetirse en Turquía y en Sumatra en los próximos años, y pedían a los gobiernos de estos países que tomasen medidas urgentes de protección antes de que fuera demasiado tarde. Sin embargo, Luis Cabañas indica que es «imposible predecir el lugar y el momento. Al final, los terremotos vuelven a ocurrir donde siempre han ocurrido, son los límites de las placas tectónicas sometidas a esfuerzos y deformaciones que cuando se acumulan y no resisten más liberan energía bruscamente. Hay una posibilidad de conocer cómo están cargándose esas fallas, pero es imposible predecir a ciencia cierta cuándo va a ocurrir. Es probable que en Turquía tengamos un nuevo terremoto, pero igual pasan veinte años y no se ha producido». Eso sí, en Chile se producirán nuevas réplicas.

Ante los terremotos, lo único que le queda al ser humano es protegerse lo mejor posible. «Los países deben tener una normativa sismoresistente para que se construya con más seguridad, una normativa que debe estar basada en estudios sismológicos».

Autor: Judith de Jorge

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Un fuerte terremoto sacude el norte de Japón

Un terremoto de magnitud 7,2 en la escala Richter ha sacudido el norte de Japón. El temblor ha tenido lugar a las 01.43 (hora peninsular española) y ha afectado sobre todo a la isla de Honsu, la más importante del archipiélago nipón. Al menos tres personas han muerto y unas 100 han resultado heridas.


El epicentro ha sido localizado en la provincia de Akita, situada a 82 kilómetros al norte de la ciudad de Sendai, ha informado el Servicio Geológico estadounidense. El temblor se ha sentido incluso en Tokio, situada a 390 kilómetros al sur del origen del terremoto. Algunas de las principales autopistas han sido cerradas y los trenes de alta velocidad han cancelado sus trayectos. Cerca de 290 personas, incluidos varios turistas, se han visto bloqueadas en diversas de las zonas afectadas, y alrededor de 30.000 hogares se han quedado sin suministro eléctrico.

De acuerdo con la agencia Kyodo, el temblor no ha afectado al funcionamiento de las plantas nucleares de la vecina provincia de Fukushima ni tampoco al cercano aeropuerto de Sendai. El primer ministro, Yasuo Fukuda, ha ordenado después del seísmo que se formara un grupo de emergencia y las operaciones de rescate ya han comenzado, aunque podrían verse perjudicadas por la lluvia que cae sobre el nordeste japonés.


Los terremotos son muy comunes en Japón, una de las zonas sísmicas más activas del mundo. El país registra alrededor del 2% de los terremotos de más de 6 grados de intensidad en la escala Richter que se registran el mundo.

En octubre de 2004, un terremoto de magnitud 6,8 afectó a la región de Niigata, situada al norte del país. 65 personas murieron y más de 3.000 resultaron heridas. El temblor más devastador que ha afectado a Japón en los últimos fue el terremoto de 7,3 grados que afectó a la ciudad de Kobe en 1995. Murieron 6.400 personas.

Terremoto de magnitud 8,8 sacude centro de Chile


Un enorme terremoto de magnitud 8,8 con el potencial de crear daños graves sacudió la madrugada del sábado el centro de Chile durante un minuto y medio, desatando un tsunami y derrumbando construcciones.

La presidenta Michele Bachelet declaró un estado de catástrofe en el centro de Chile. Por su parte el ministro del interior chileno Edmundo Pérez Yoma informó que han muerto al menos 64 personas tras el sismo que sacudió el centro del país. El ministro advirtió que el número seguirá en aumento.Se emitieron alertas de tsunami en una zona extensa incluyendo, Sudamérica, Hawaii, Australia y Nueva Zealandia, Japón, Filipinas, Rusia y múltiples islas del Pacífico.

En las dos horas y media tras el terremoto de 90 segundos de duración el Centro Geológico de Estados Unidos reportó 11 réplicas, de las cuales tuvieron una magnitud de 6,0 grados o más en la escala de Richter.

Aunque Bachelet reconoció que el sismo había sido de gran magnitud, pidió que la gente conservara la calma y evitara salir a las calles pues los semáforos no estaban funcionando.

El sismo ocurrió a 325 kilómetros al suroeste de Santiago y a una profundidad de 35 kilómetros a las 3:34 a.m. hora local (0634 GMT), informó el Centro Geológico de Estados Unidos.El epicentro del sismo se ubicó a 115 kilómetros de Concepción, la segunda mayor ciudad de Chile con más de 200.000 habitantes que viven junto al río Bío Bío y a 96 kilómetros del centro de esquí de Chillán, uno de los destinos de esquí andinos que quedó destruido tras un sismo en 1939.

En Santiago muchos edificios viejos parecían dañados, incluyendo la iglesia de Nuestra Señora de la Providencia, cuyo campanario se derrumbó. Un edificio de apartamentos con un estacionamiento de dos pisos se derrumbó aplastando unos 50 autos cuyas alarmas sonaban sin parar. Un puente a las afueras de la capital también colapsó y al menos un auto se volcó desde él.

Bachelet declaró un "estado de catástrofe" en tres regiones centrales del país y mientras las autoridades de protección civil esperaban a que amaneciera para obtener mayores detalles, era evidente que el daño era extenso.Varios hospitales han sido evacuados por los daños provocados por el sismo, dijo Bachelet. Aún no era posible establecer comunicación con la ciudad de Concepción. La presidenta planeaba visitar la región afectada tan pronto como fuera posible para tener una mejor idea de la magnitud de los daños.

El Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico pidió "acciones urgentes para proteger las vidas y la propiedad" en Hawaii, uno de los 53 países para los que semitieron alertas por tsunamis.Una ola enorme llegó una zona poblada de las isla Robinson Crusoe, a 660 kilómetros de la costa chilena, dijo Bachelet. No había reportes de daños significativos ahí, dijo la presidenta."Las revisión al nivel del mar indica que se generó un tsunami. Podría haber resultado destructivo en las costas cerca del epicentro del terremoto y también podría ser una amenaza para las costas más distantes", dijo el centro.

El centro de alerta por tsunamis de la costa oeste de Estados Unidos dijo que no esperaba que ocurriera un maremoto en el pacífico estadounidense o Canadá, pero continuaría revisando la situación.

El terremoto más fuerte que se ha registrado en la misma zona de Chile ocurrió en 1960. El terremoto de magnitud de 9,5 cobró 1.655 vidas y dejó a dos millones de personas sin hogar. El tsunami que provocó ese terremoto llevó a muertes incluso en Hawaii, Japón y Filipinas y causó daños a la costa oeste de Estados Unidos.

Noticia publicada en Univisión (EEUU)

lunes, 1 de marzo de 2010

Un iceberg del tamaño de Luxemburgo

El témpano de hielo, de unos 2.550 kilómetros cuadrados de extensión, se desprendió del glaciar Mertz, en la Antártida del Este. Una colisión como ésta solo ocurre cada 50-100 años.


Un iceberg del tamaño de Luxemburgo, de unos 2.550 kilómetros cuadrados, se desprendió del glaciar Mertz, en la Antártida del Este, informó hoy el Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia (CNRS).

Esta escisión en la lengua de hielo del glaciar, que tuvo lugar entre los pasados 12 y 13 de febrero y que ayudará a estudiar la circulación de las aguas y el cambio climático, se debió a la colisión de un iceberg aún más grande del que ahora navega por las aguas del Antártico.
El bloque de hielo -de una longitud de 78 kilómetros, una anchura de entre 33 y 39 kilómetros y un espesor medio de 400 metros- y el que le golpeó, al ser ambos de gran tamaño, pueden afectar a la circulación oceánica y al equilibrio de los ecosistemas de la región, precisó el CNRS en un comunicado.

En la Antártida se están registrando, de manera cada vez más frecuente, desprendimientos de plataformas de hielo, con lo que se ha incrementado el número de icebergs y, como consecuencia, el nivel de agua dulce en el Océano Austral.

La zona oceánica costera situada inmediatamente al oeste del Mertz es de fundamental interés para los científicos puesto que en ese punto nace una parte de las aguas que alimentan la circulación oceánica mundial.

Por ello, añade la nota, estudiar la deriva del nuevo iceberg "representa una oportunidad única".

¿Qué es un tsunami?


Un tsunami es una ola o serie de olas que se producen en una masa de agua al ser empujada violentamente por una fuerza que la desplaza verticalmente. Terremotos, volcanes, derrumbes costeros o subterráneos e incluso explosiones de gran magnitud pueden generar este fenómeno.

FUENTE El Mundo Digital 01/03/2010

El brusco movimiento del agua desde la profundidad genera un efecto de 'latigazo' hacia la superficie que es capaz de lograr olas de magnitud impensable. Teniendo en cuenta que la profundidad habitual del Océano Pacífico es de unos 4.000 metros, se pueden provocar olas que se mueven a 700 km/h. Y como las olas pierden su fuerza en relación inversa a su tamaño, al tener 4.000 metros puede viajar a miles de kilómetros de distancia sin perder mucha fuerza.

Sólo cuando llegan a la costa comienzan a perder velocidad, al disminuir la profundidad del océano. La altura de las olas, sin embargo, puede incrementarse hasta superar los 30 metros (lo habitual es una altura de seis o siete metros).

La causa más frecuente para la formación de olas gigantes son los terremotos ocurridos en el fondo marino. Cuando éste se mueve violentamente en sentido vertical, el océano ve alterado su equilibrio natural. Cuando la inmensa masa de agua trata de recuperar su equilibrio, se generan las olas gigantescas.

Su tamaño dependerá de la magnitud del seísmo y de la deformación vertical del fondo marino. No todos los terremotos generan tsunamis, sino sólo aquellos de magnitud considerable, que ocurren bajo el lecho marino y que son capaces de deformarlo.

Si bien cualquier océano puede experimentar un tsunami, es más frecuente que ocurran en el Océano Pacífico, donde son también más comunes los terremotos de magnitudes considerables (especialmente las costas de Chile, Perú y Japón).

Además el tipo de falla que ocurre entre las placas de Nazca y Sudamericana (donde se ha producido el seísmo que ha azotado Chile), llamada de subducción -cuando una placa se va deslizando bajo la otra- hacen más propicia la deformidad del fondo marino y, por ende, los tsunamis u olas gigantes.

Precisamente por eso los más devastadores casos de olas gigantescas han ocurrido en el Océano Pacífico, pero también se han registrado casos en el Atlántico e incluso en el Mediterráneo. Un gran tsunami acompañó los terremotos de Lisboa en 1755, el del Paso de Mona de Puerto Rico en 1918, y el de Grand Banks de Canadá en 1929.

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